Eficiencia energética: utiliza dispositivos de bajo consumo energético y apaga los dispositivos electrónicos cuando no los estés utilizando. Aprovecha la configuración de ahorro de energía en tus dispositivos.

Reducción del uso de papel: trata de digitalizar la mayor cantidad posible de tu trabajo. En lugar de imprimir documentos, considera leerlos y editarlos digitalmente. Puedes firmar documentos digitalmente y enviar facturas y recibos por correo electrónico.

Reciclaje de dispositivos electrónicos: no arrojes tus viejos dispositivos electrónicos a la basura. Muchos componentes pueden ser reciclados o reutilizados. Busca programas de reciclaje de dispositivos electrónicos en nuestra universidad.

Compra tecnología de segunda mano: considera comprar dispositivos usados en lugar de nuevos. Esto reduce la demanda de nuevos productos y, por lo tanto, la cantidad de recursos necesarios para fabricarlos.

Reducción del uso de datos: limita el tamaño de los archivos que envías por correo electrónico, usa enlaces a documentos compartidos cuando sea posible y evita las descargas innecesarias.

Teletrabajo y videoconferencias: evita los desplazamientos siempre que sea posible recurre al teletrabajo y las videoconferencias. No solo ahorras tiempo, sino también emisiones de gases de efecto invernadero.

Mantén tus dispositivos más tiempo: los smartphones, los portátiles y otros dispositivos suponen un coste medioambiental significativo en términos de la energía y los materiales necesarios para fabricarlos. Mantén tus dispositivos el mayor tiempo posible y solo actualízalos cuando realmente lo necesites.