Modisti
¿Este es el final?, 2001
La vida no siempre se decanta por lo sano o lo bueno que reconocemos, por el brillo de una planta o por el sabor indefinido del agua de un manantial. La vida se adentra por ignotos caminos que aún están por definirse; niños, no asoméis vuestros rostros a la escena triste de los picapedreros que no supieron resistirse a la piedra, a la luz que no supo soportar su belleza, si no sabéis caminar, caminar más lento y si lo dudáis...no lo dudéis.
Modisti es la zona sonora de un mundo muy complejo y simple a la vez. Es aquello que ya no podemos remediar, que sale así porque lo que somos es de esa forma y de ninguna manera podría ser hoy, en el día que corre, de otro modo. Nuestra trayectoria, lo que hemos intentado hacer para acercarnos más a nosotros mismos una vez transcendido cada estadio de la propia evolución conjunta expuesto en vibración sonora.
La forma puede cambiar en cualquier instante, pero igual que aceptamos e incluimos en nuestro hacer diario este vértigo, también aceptamos resolver este aspecto en la música de la misma manera.
Este tipo de muestra se realiza desde innumerables puntos de vista; la excitación que produce vivir en un medio más que mediatizado en general por ideologías y formas no compartidas, y la excitación que produce, por otro lado, realizar un vivir cotidiano pleno de garantías personales intercambiables, con plena autonomía en la elección de aquello que sentimos más idóneo para el desarrollo de la propia individualidad-totalidad.
Es como eso que se encuentra entre la cascara y la semilla de determinados frutos. El resultado, como tal, no va mas allá de ser una mera instantánea del proceso creativo de dos personas que investigan en innumerales campos de la música, y todo ello relacionado con la comunicación a traves de lo que mejor conocen; lo que significa para ellos vivir y mantenerse despiertos.