Pavel Sidorenko Bautista, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja y José María Herranz de la Casa, Universidad de Castilla-La Mancha
La realidad virtual ya tiene una edad, la realidad aumentada es más real que nunca y la conjunción de ambas, la realidad mixta, también cuenta ya con grandes ejemplos en la vida cotidiana de los jugadores de videojuegos (un colectivo que no deja da aumentar). Pero no solo es un juego: también se usa cada vez más en hospitales para practicar cirugías, por ejemplo, para capacitaciones profesionales y como refuerzo de la educación. Estamos, progresivamente, virtualizando la sociedad.
Entonces, ¿qué trae de nuevo Apple con las Vision Pro? Al presentar su primera generación de visores, la compañía ha querido desmarcarse de todo ello para empezar a hablar de “Computación Espacial”.
Hablamos de un gadget que cuesta 4 000 euros, que llega en una funda totalmente cool y que ha paseado por las calles los early adopters, nombre ya genérico para los privilegiados que tienen acceso a lo más nuevo de lo nuevo antes que nadie. Pero ¿es esta propuesta realmente algo nuevo bajo el Sol de los universos virtuales?
No todas las realidades son la misma realidad
La unión de los conceptos de realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta es lo que se denomina comúnmente como realidad extendida. Se traduce en nuevas formas de experimentar momentos y sentimientos digitales, enriqueciendo nuestra realidad física.
Con todo, estas “realidades” digitales tienen particularidades y diferencias que los que juegan a videojuegos conocen realmente bien.
Por ejemplo, la realidad virtual permite destruir cubos de colores con espadas láser en un entorno futurista al ritmo de canciones mainstream en Beat Saber, aunque en realidad estés en tu habitación. Implica experiencias inmersivas con uso de visores especiales que abstraen al individuo de su entorno físico.
La realidad aumentada añade la superposición de objetos virtuales que se interpretan y perciben mediante una lente (unas gafas, un móvil, etc.) sin perder el entorno físico. El mejor ejemplo son los filtros de Instagram o TikTok, pero también el popular Pókemon Go.
La realidad mixta es la conjunción de las dos anteriores en el mismo espacio-tiempo, usando visores especiales. Esta es la opción que ofrece las Vision Pro. Con ellas es posible enriquecer la realidad física con realidad aumentada, pero al mismo tiempo abstraerte para ver, por ejemplo, una película.
En términos estrictamente técnicos, la computación espacial que vende Apple no ofrece nada diferente a la realidad mixta.
Cuando hace unos años Microsoft presentó sus visores Hololens, planteó la posibilidad de incorporar las funciones de su sistema Windows y sus aplicaciones de productividad Office, de manera superpuesta en el lugar donde estuviera el usuario, sin necesidad de equipos adicionales, solo una conexión a internet.
Las Vision Pro ofrecen lo mismo siempre y cuando estén conectadas a un iPhone: enriquecer la realidad física del usuario con opciones multipantalla y abstraerlo de la realidad cuando desee consumir series o películas, por ejemplo, todo a través de los visores.
Una campaña ciudadana
No se puede negar que la presentación de los visores Vision Pro ha estado acompañada de una potente campaña de publicidad, principalmente potenciada a través de redes y plataformas sociales.
Apple prescindió inicialmente de los anuncios convencionales, y favoreció los vídeos de personas caminando por la calle o viajando en metro con los visores.
La empresa ha evitado hablar directamente de realidad mixta, pese a que su propuesta se basa en este concepto. La razón: necesitaba crear un nuevo hito tecnológico en un mercado con actores aventajados como Microsoft con Hololens o Meta con Quest 3.
Mucho marketing y recelo del metaverso
La presentación de las Vision Pro por parte del CEO de Apple, Tim Cook, no desveló consideraciones precisas sobre la “computación espacial”. Este tampoco aludió al metaverso, pese a mostrar posibilidades de socialización virtual
El metaverso, a diferencia de la realidad virtual, no necesita de inmersión, y puede prescindir del uso de visores. Y aunque Apple mantenga silencio actualmente sobre este tema, las Vision Pro pueden llevar a un metaverso más inmersivo. La única diferencia con respecto a competidoras como las Quest 3 de Meta es el precio.
Entrar en el futuro
La tecnología evoluciona vertiginosamente y su impacto es cada día más determinante para nuestras vidas. Avanza la virtualización de la ciencia y la educación, pero también del entretenimiento y la socialización. Hoy vemos la consolidación de comunidades digitales, monedas virtuales y activos digitales, como los NFT. Todos ellos apuestan por una reconfiguración del sistema socioeconómico. Y además, enlazan con una economía global que sienta las bases de “sociedades virtuales”. Un ejemplo es el desarrollo del propio metaverso.
Todo este contexto es muy heterogéneo. Ahora mismo carece de una hoja de ruta clara, y la última palabra la tienen las grandes corporaciones tecnológicas.
No se trata de modas, aunque a veces la publicidad de las tecnológicas distorsionen el escenario. Se trata de hábitos de uso y consumo digital diferentes entre generaciones y grupos de usuarios. Es decir, hoy los jóvenes están más relacionados con los videojuegos. Y esto les permite relacionarse más habitualmente a través del metaverso, por ejemplo.
El reto social
Las sociedades y los Estados tienen varios retos importantes. Primero, procurar mejores conexiones inalámbricas de alta velocidad. Segundo, permitir mayores posibilidades de adquisición de equipos y accesorios. Tercero, motivar el conocimiento sobre el manejo y posibilidades de estos, alfabetización digital.
Los usuarios son los que deciden el fin último de las tecnologías. Los conceptos de realidad mixta y computación especial son, en este momento, lo mismo. Pero puede que en algún momento se desmarquen uno de la otra, aunque tampoco podemos descartar que los usuarios adopten comúnmente uno de los dos conceptos y destierren el otro.
En los próximos meses seguirá el lanzamiento internacional de las Vision Pro. La duda es cuál será su éxito comercial y su éxito como marca, sean o no algo nuevo.
Pavel Sidorenko Bautista, Profesor e investigador de la Facultad de Empresa y Comunicación, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja y José María Herranz de la Casa, Profesor titular de Periodismo, Universidad de Castilla-La Mancha
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.