El sitio web de la UCLM utiliza cookies propias y de terceros con fines técnicos y de análisis, pero no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios. Sin embargo, puede haber enlaces a sitios web de terceros, con políticas de cookies distintas a la de la UCLM, que usted podrá aceptar o no cuando acceda a ellos.

Puede obtener más información en la Política de cookies. Aceptar

Un curso en Estados Unidos, ¿moda o necesidad?

20/11/2024
Share:  logotipo Twitter

Un curso en Estados Unidos, ¿moda o necesidad?

20/11/2024

José Luis González Fernández, Universidad de Castilla-La Mancha

En los últimos años, se ha vuelto cada vez más común enviar a adolescentes a pasar un curso escolar en un país de habla inglesa, como Estados Unidos o Reino Unido. En España, unos 15 000 estudiantes de ESO y Bachillerato salen cada año al extranjero a estudiar. Los padres consideran esta opción como una oportunidad para que sus hijos mejoren su nivel de inglés y vivan una experiencia cultural enriquecedora.

Sin embargo, ¿es necesario pasar un año en el extranjero para aprender bien inglés? ¿O es una moda que muestra más el estatus social que una verdadera necesidad? Analicémoslo.

La importancia del inglés en la actualidad

Un estudio realizado por Pearson afirma que en 2024 habrá más de 1 500 millones de hablantes de inglés en el mundo, y que más de la mitad lo habrán aprendido como segundo idioma. Además, destaca el impacto del dominio del inglés en la mejora de las oportunidades de carrera y el desarrollo personal.

En el ámbito profesional y académico, dominarlo es un requisito indispensable en sectores clave como la tecnología, la ciencia o los negocios internacionales. Según el Foro Económico Mundial, el 54 % de los contenidos de internet están en inglés, lo que evidencia su importancia como lengua global de conocimiento.

En este contexto, muchos padres consideran que pasar un curso en un país de habla inglesa es una forma eficaz de alcanzar un dominio avanzado del idioma. Pero ¿es esta la única forma?

Ventajas de pasar un año en el extranjero

Estudiar en el extranjero es una experiencia transformadora con múltiples beneficios personales, académicos y profesionales. Sumergirse en un nuevo entorno cultural y lingüístico mejora el dominio de otro idioma y desarrolla habilidades clave para la vida. Además, esta experiencia puede abrir puertas en el ámbito académico y profesional, ya que muchas universidades y empresas valoran la experiencia internacional. Aquí analizamos algunos de los principales beneficios.

  1. Inmersión lingüística: Estudiar en un entorno de habla inglesa permite a los jóvenes estar en contacto constante con el idioma, tanto en el ámbito académico como en actividades cotidianas. Esta inmersión obliga a practicar el idioma en contextos reales, favoreciendo su rápido aprendizaje.

  2. Desarrollo personal: Vivir fuera del país fomenta habilidades como la autonomía, la adaptación o la resiliencia. Al estar lejos de la familia y enfrentarse a nuevas culturas, los estudiantes desarrollan una mayor independencia y madurez.

  3. Mejora de oportunidades: Estudiar en el extranjero puede abrir puertas a universidades de prestigio en esos mismos países. Muchas empresas valoran la experiencia internacional, lo que puede hacer que un currículo sea más atractivo.

Algunas desventajas de irse un año fuera

Pero no todo es color de rosa. Estudiar en el extranjero no está exento de inconvenientes, como los siguientes:

  1. Coste elevado: Según LAE International Education, el coste medio de estudiar en el extranjero varía significativamente dependiendo del país y la institución. En Estados Unidos, oscila entre 20 000 y 50 000 dólares anuales, incluyendo matrícula, alojamiento y otros gastos.

  2. Impacto emocional: Aunque la experiencia puede ser enriquecedora, la separación de la familia y amigos puede ser difícil para algunos estudiantes. La soledad, el choque cultural y la adaptación a nuevas formas de enseñanza pueden generar estrés y ansiedad.

  3. Dificultades académicas al regresar: Pasar un año en el extranjero puede significar perder la continuidad en el sistema educativo del país de origen. A veces, los estudiantes deben repetir cursos o se encuentran desfasados cuando vuelven.

¿Es necesario viajar al extranjero para aprender inglés?

A pesar de los beneficios de la inmersión total, es posible aprender inglés sin pasar un año en el extranjero. Hay alternativas accesibles y eficaces que ofrecen resultados similares, aunque con un ritmo más pausado.

  1. Cursos y programas bilingües: Existen academias y programas intensivos diseñados para enseñar inglés a nivel avanzado en un periodo corto. En España, el British Council y el Ministerio de Educación los organizan en colaboración con 91 Colegios y 58 Institutos de Secundaria, repartidos en diez Comunidades Autónomas, Ceuta y Melilla.

  2. Estancias cortas y campamentos de verano: En lugar de un año completo, muchos estudiantes optan por estancias cortas, como cursos de verano. Estos programas, que suelen durar entre 3 y 8 semanas, combinan clases de inglés con actividades culturales y recreativas.

  3. Intercambios virtuales y tecnología: Con la evolución de la tecnología, el aprendizaje de idiomas no está limitado geográficamente. Numerosas plataformas como Duolingo o Italki permiten practicar inglés con nativos mediante videollamadas o chats.

  4. Consumo de contenidos en inglés: Exponerse al idioma a través de películas, series, pódcasts y libros es otra forma eficaz de mejorar las habilidades lingüísticas.

¿Qué hacer?

Aunque pasar un año en un país de habla inglesa ofrece ventajas, no es la única forma de aprender el idioma. Las familias que no pueden asumir los costes o que prefieren que sus hijos no pasen tanto tiempo lejos de casa poseen alternativas eficaces que pueden generar resultados similares. Programas bilingües, estancias cortas, uso de la tecnología o la exposición constante al inglés a través de contenidos audiovisuales son opciones viables para alcanzar un dominio avanzado del inglés.

En un mundo globalizado, aprender inglés sigue siendo una necesidad, pero cómo hacerlo depende de los recursos y circunstancias de cada familia. Al final, la clave está en aprovechar al máximo las oportunidades disponibles para obtener los mejores resultados educativos y personales.The Conversation

José Luis González Fernández, Profesor Ayudante Doctor Didáctica de las Matemáticas, Universidad de Castilla-La Mancha

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Volver