La ciudad del futuro es autosuficiente desde el punto de vista energético, gracias a la incorporación de las energías renovables y la implementación de sistemas eléctricos y de gestión de residuos inteligentes, capaces de adaptarse a la demanda de cada momento.
La ciudad del futuro se concibe como una ciudad ecológica, con gran importancia de las zonas verdes y la edificación sostenible pero, además, hablamos de ciudades inteligentes.